La mayoría de usuarios conocen Firefox, Openoffice, Thunderbird,… aplicaciones que muchos de nosotros tenemos en nuestros ordenadores particulares y que de cada vez, se van incorporando más y más en el mundo empresarial. La calidad de estas aplicaciones tienen poco o nada que envidiar a soluciones privativas, y pueden llegar a suponer un ahorro económico importante en licencias de software, sobre todo para las pequeñas y medianas empresas que cuentan con unos recursos más limitados. De esta manera, un primer paso para su incorporación en la empresa, pasa por ir sustituyendo aquellas aplicaciones “genéricas”, conviviendo aplicaciones libres con aplicaciones privativas. Por todos es conocido que un cambio brusco en los sistemas y modos de funcionamiento de trabajo en la empresa puede provocar un rechazo por parte del empleado. Por nuestra experiencia, los cambios progresivos suelen tener mejor aceptación.
Nosotros hemos ido incorporando todas estas herramientas. Ahora el navegador por defecto de la mayoría de nuestros usuarios es el Firefox, el paquete ofimático (editor de textos, hoja de cálculo y presentaciones) de la empresa es el Openoffice, el cliente de correo el Thunderbird, el compresor de datos por defecto es el 7zip y si necesitamos crear documentos PDF exportamos directamente desde el Openoffice o utilizamos una impresora virtual. Para editar y modificar imágenes utilizamos el Gimp, el Inkscape para fotografía y dibujo vectorial, Dia para los diagramas, Pidgin para hablar con prácticamente cualquier red de mensajería instantánea, VLC para la multimedia, Openproj para gestionar proyectos, Xmind para mapas mentales, y un largo etc.
El siguiente paso que aún estamos dando es el cambio de sistema operativo. Actualmente, todos los ordenadores de los trabajadores tienen instalado dos sistemas operativos, Windows y Linux. El trabajador es libre de trabajar con uno u otro. Con el paso del tiempo, somos más los trabajadores que utilizamos Linux en la empresa. Es cierto que mantener dos sistemas supone un mayor esfuerzo y dedicación por parte de los responsables de los sistemas de información, pero a la larga supone un ahorro económico, ya que con el paso del tiempo se reduce la compra de licencias de software.
En posteriores artículos hablaremos de software libre empresarial y cuáles son los que empleamos desde hace años en nuestros servidores.