Hace unos días expusimos en esta entrada las principales razones por las que los empresarios os beneficiais incorporando una política de teletrabajo en vuestra organización. Pues hoy es el turno de hablar de lo opuesto. Precisamente tratamos cuáles son los desafíos más relevantes que os podéis encontrar en el camino.
1. De entrada, el coste en tiempo y dinero dedicado a la implantación del teletrabajo puede ser alto. Por ejemplo, se necesitan políticas de teletrabajo, protocolos, formación, sistemas de evaluación o incluso nuevo software, entre otros.
2. Escepticismo o resistencia por parte de la dirección. Si esto se produce, la implantación de un esquema de teletrabajo está encaminada al fracaso.
3. Para algunas personas puede ser difícil la coordinación y el control del equipo. Por esta razón es ideal evitar la monitorización, usar un sistema de resultados/objetivos y formar a quienes tengan dificultades en la aplicación del nuevo esquema.
4. Se puede poner en peligro con más facilidad la información y los archivos utilizados por el teletrabajador. Por ello es necesaria una política de teletrabajo y otra en materia de protección de datos, como también una preparación adecuada de los equipos que se deben usar y de los empleados que van a teletrabajar.
5. Problemas respeto a la seguridad de los empleados en el hogar. Es decir, es necesaria una política de prevención de riesgos laborales que pueda cubrir este foco de problemas.
Si quieres saber más sobre los desafios de incorporar el teletrabajo en tu empresa, consulta la monografia de Teletrabajo del Observatorio Balear de la Sociedad de la Información que tiene por título «Cuando el teletrabajo deja de ser en un lugar».