Hoy entrevistamos a Joan Miquel Matas, cluster manager desde el 2013 del cluster de la industria química de las Islas Baleares, CliqIB. Licenciado en Farmacia, desde 1990 ha trabajado en el Sector Químico de las Islas Baleares, como ejecutivo, docente, empresario y consultor. Ha participado en toda la cadena de valor del producto químico, desde el tratamiento de materias primas a la elaboración de producto terminado, comercialización, distribución e internacionalización. También posee estudios de postgrado en marketing industrial, cosmética, pedagogía y gestión estratégica de la innovación.
1. Actualmente eres el gerente del cluster de la industria química de las Islas Baleares, CliqIB, ¿crees que las empresas del sector están preparadas para los retos que conlleva la llamada industria 4,0? Nos referimos a todo el tema de almacenes, logística, y las posibles soluciones que se pueden ofrecer con la automatización de procesos.
Pienso que las empresas miembros de CLIQIB están fuertemente tecnificadas para la producción, pero el concepto «Industria 4.0» va mucho más allá de la maquinaria de producción. En este sentido, hay un camino a recorrer respecto a almacenes inteligentes, gestión logística, e-commerce, robotización. Por supuesto, la «servitización» de la industria nos llevará también a trabajar en el campo de las innovaciones en proceso y la capacidad de las PYMES para desarrollar nuevos servicios asociados a los productos existentes.
2. Jornadas como las de IBtalks’17 que organizamos el año pasado pusieron de manifiesto la necesidad de aumentar la colaboración entre los titulados universitarios y las empresas. También es necesario que hay haya más transferencia del conocimiento entre investigadores y empresas. ¿Cómo lo estáis haciendo para incorporar conocimiento en vuestro sector? ¿Se utiliza alguna herramienta tecnológica para llevar un seguimiento de la investigación en la industria química y aplicarla a la industria de las Islas Baleares?
Desde 2013 estamos realizando una serie de proyectos piloto de alcance regional y nacional con el fin de movilizar la palanca «universidad» en el marco del clúster. Hemos firmado un par de convenios con la UIB para buscar la colaboración de los grupos de investigación más vinculados a la actividad de nuestras empresas y hemos apostado por un proyecto tractor como Aqualab (una especie de pequeño centro tecnológico enfocado a la investigación en aguas recreativas, que puede ser único en Europa).
No conozco ninguna herramienta tecnológica utilizada de forma sistemática para monitorear la investigación vinculada a la industria química en las Islas. Tal vez hay aproximaciones a mercado analizadas por la Fundación Impulsa.
3. Habéis firmado recientemente un convenio con el IME para hacer proyectos conjuntos en el tratamiento de aguas de baño, ¿qué papel juegan las TICs en el tratamiento del agua? Y en cuanto a vuestra colaboración con otros clústers a nivel nacional (Cataluña, Aragón …), ¿algún proyecto destacado?
Tanto a nivel de mercado como de cumplimiento normativo, todos los tratamientos químicos y físicos de las aguas de baño se llevan a cabo mediante dosificación y control automatizados, por lo tanto, las TIC son esenciales para recoger los datos de control, sensorizar los niveles críticos que garantizan la calidad del agua y la salud pública.
Con los clústeres catalán y aragonés mantenemos relaciones de colaboración en seminarios para diseminar conocimiento. Actualmente estamos preparando un proyecto europeo que se llamará «Safepool» con empresas catalanas, mallorquinas, francesas e italianas.
4. Los químicos ya no sólo suministran productos químicos ni se dedican sólo a la docencia. ¿Cuáles son los nuevos nichos de mercado para estos profesionales y qué papel juegan las TIC?
En la pasada IB Talks ya comentamos que, tanto en la vertiente comercial-técnica, como en la vertiente de monitorización y control de producto-servicio, los químicos, ingenieros y ambientalistas tendrían un papel destacado en un futuro a corto plazo, donde las herramientas y capacitaciones TICs serán muy valoradas.
5. La tecnología está ahí: sensores que proporcionan datos en tiempo real, IoT, Big Data, robots, drones, realidad virtual, bockchain y smart contracts … ¿Se está aplicando a la industria química o todavía las empresas no son conscientes de los sus beneficios?
Pienso que, tanto en Baleares como otras regiones las posibilidades que ofrece «industria 4.0» no son suficientemente conocidos. Ni siquiera podemos transferir conocimiento asociado porque todavía no está suficientemente «monetizado» para salir a mercado. Muchas tecnologías innovadoras deben hacer todavía un largo recorrido para llegar a mercado. Diríamos que aún estamos en el momento de los «early adopters», no del consumo mayoritario en las PYMES.
6. ¿Qué conocimientos tecnológicos ves imprescindibles para una persona que quiera trabajar en vuestro sector? ¿Y para estar al día?
Ofimática profesional, conocimientos vinculados a gestión de fluidos y productos químicos orgánicos e inorgánicos, algo de ingeniería de proceso y un poco de gestión de la innovación y la calidad.
Para estar al día, considero imprescindible la experiencia previa en el sector. Por eso valoramos muy positivamente iniciativas como el programa del SOIB de formación DUAL y el programa de Jóvenes Calificados para acercar recursos humanos cualificados a las empresas industriales.
En el marco académico, tanto el Máster de Tecnología Química, como estudios de postgrado vinculados a la gestión de procesos, son muy interesantes.
7. Nuestra insularidad se vive a menudo como un hándicap para las empresas locales, ¿cómo la vive el sector químico? ¿Piensas que las TIC pueden ayudar a combatirla?
Casi todos los productos que fabricamos aquí requieren materias primas de fuera de Baleares. Esto tiene unos costes de transporte asociados que hacen que nuestros productos pierdan competitividad respecto a los del continente. El REB y las compensaciones al transporte partiendo del concepto «Km 0» son imprescindibles (ellos tienen trenes y camiones, nosotros barcos … el coste de transporte debería ser equivalente).
Las TICs nos serán útiles en la medida que el sector pueda seguir apostando por un crecimiento internacional basado en la venta de conocimiento (que tenemos mucho y bueno). El producto, si es de alto valor añadido, lo podremos hacer aquí, y si no es así, lo haremos fuera de Baleares, pero el conocimiento de uso y los tratamientos los diseñamos localmente. Sin herramientas como el cloud computing, esto no sería posible.
8. La escasez de recursos se ve agudizada por la insularidad, sobre todo el agua. En el IBtalks se planteó el tema de cómo reutilizar el agua de descalcificadores, piscinas … así como el tema del cloro, si no se puede fabricar aquí y su transporte es tan delicado, ¿cómo se resolvería? Estos retos, ¿pueden suponer nuevas oportunidades de negocio para el sector?
No es sencillo responder a esta cuestión de forma breve. Nuestro objetivo es la reducción del consumo de agua asociado al ocio y la actividad turística. Hay diferentes estrategias que nosotros agrupamos bajo el concepto «QIBEX WATER»: mejora en la filtración, reducción en el consumo de químicos peligrosos, producción local de cloro con criterios de sostenibilidad ambiental, etc. Pensamos que un pequeña planta de producción de cloro líquido sería una solución que pondría fin a la dependencia continental de las Islas para garantizar la desinfección de las aguas potables. Es un tema de salud pública, no sólo de negocio.
9. ¿Podemos encontrar ejemplos de venta online de empresas químicas en Baleares? Y la presencia en redes sociales y relación con los clientes a través de ellas, ¿consideráis que ya está bien implantado?
Ahora mismo, uno de nuestros asociados está comercializando producto hecho aquí para Amazon … dentro de un tiempo ya os diré cómo ha ido la experiencia. No estamos cerrados a nuevas formas de comercialización.
Otras empresas mantienen perfiles de Facebook vinculados a su relación con clientes, tanto particulares como profesionales, pero pienso que el trabajo a realizar vendrá de la mejora de los ERP y los sistemas inteligentes de gestión de nuestras empresas. Muy probablemente, antes de 10 años todas las empresas (proveedores y clientes) hablarán directamente a través de las herramientas y software (pedidos, stocks disponibles, rutas de reparto, etc).
10. ¿Algún libro y alguna película que te hayan influido en tu trabajo?
¡Libros muchos! tanto a nivel personal como profesional. El que me impactó por la visión que da de pasado y futuro es el de Yuval Noah Harari «Sapiens«. En cuanto a películas, soy muy de «Blade Runner«. Pienso que no estamos muy lejos de los ciborgs y de los robots. Imagina un robot que puede trabajar en una atmósfera corrosiva, letal para un humano, pero inofensiva para él … esto cambiará incluso la normativa de prevención de riesgos. Tal vez veremos una normativa distinta para humanos y para máquinas.