Continuamos con la segunda parte de la entrevista que publicamos la semana pasada a Luis Montero. Para los que no lo conozcáis aún, como autor ha publicado el tratado de ontotecnología Dejad que las máquinas vengan a mí, ( del cual tenemos ficha en Libros TIC) además de las novelas de ciencia ficción Artrópodos, Feliz año nuevo y Clon. Seguimos reflexionando sobre inteligencia artificial, algoritmos, robots, estereotipos machistas en el mundo de la tecnología, vocaciones STEAM y mucho más.
13. En ”Dejad que las máquinas vengan a mí describe a un humano que a fuerza de pretender imponerse al mundo termina por ser producto de este”. ¿Cómo ve la evolución y el futuro de la inteligencia artificial?
La veo francamente mal. Pero no porque se vaya a convertir en Skynet y nos vaya a devorar o por escenarios distópicos de esos, lo veo más porque la inteligencia artificial en realidad se va a convertir en lo que ya hay: la historia del desarrollo de la IA tiene momentos de picos (cuando había progresos) y valles (cuando paraban los progresos), y siempre ha habido más fases estancas ,que se llamaban los inviernos de la IA. Luego había las primaveras que eran los momentos florecientes en los que alguien desarrollaba una tesis nueva y entonces avanzaba la disciplina pero de pronto pasaban 10 años y llegaban al invierno, se desinvertía, nos desalentábamos…hasta que poco a poco se iba avanzando y se seguían haciendo maquinitas que emulaban más algo parecido a un humano. Hasta que ha llegado un momento que es un fenómeno nuevo que ya no se llama el invierno o la primavera, sino que se llama el otoño de la IA, que es lo que estamos viviendo ahora. Que lo que quiere decir es que no va a producirse una especie de congelación, como pasaba en los períodos que se llamaban el invierno, sino que se va a quedar como está, no va a avanzar mucho más, no vamos a volver a tener un verano porque ya es rentable lo que tenemos y no vamos a tener un invierno porque lo que tenemos funciona: no vamos a tener un verano otra vez porque no vamos a ser capaces de avanzar en términos lógico-matemáticos lo suficiente para hacer que la inteligencia artificial se parezca más a la de un humano, con lo cual, como ya es rentable, el coste de conseguir una inteligencia como la tuya y la mía, tampoco tenemos muy claro que merezca la pena, porque para qué queremos una máquina que se parezca a tí y a mí si con la que tenemos ya le sacamos dinero y encima nos da mucho poder político (Google, Facebook, el programa de control social del gobierno chino). No es que la IA haya alcanzado su techo, sino que no tiene sentido avanzar hacia un techo más alto porque el coste es muy elevado y porque además, la incertidumbre de que lo consigamos es muy grande, y entonces nos vamos a quedar en la IA como la que tenemos. Por ejemplo, maquinitas que se instalan en los supermercados para que tengan reconocimiento de cara. En España ya hay cadenas que lo hacen, porque si tú un día en un supermercado te llevaste sin querer un paquete de tomate si vuelves a la misma cadena de supermercados en otro sitio te reconozca la máquina y diga» ojo con este que se lleva paquetes de tomate gratis». Al final es super banal, lo que pasa es que es un mecanismo de control salvaje, y si lo metes en políticas no liberales (el liberalismo no es una maravilla pero es menos malo que el nazismo ) y, si vamos hacia caminos no sé si nazis, pero sí protofascistas, esa combinación capital+poder legislativo o político fascista y tecnologías de control extremadamente avanzadas nos conduce a un ordenamiento social muy complicado. Por eso también la IA está en otoño, porque el poder ya tiene la herramienta de control suficiente para poder controlar sin que sea excesivamente lesivo ese control y sea asumible. Pero eso ya entra en el territorio de la distopía que ese sí que no me gusta nada. De hecho, el libro “Dejad que las máquinas vengan a mí” acababa con un capítulo que se lo quité dedicado a la distopía, porque las distopías nos quitan otra cosa que también es problemática pero que también es muy bonita y que necesitamos ahora un poco los humanos, nos quitan la esperanza, nos quitan la capacidad de soñar cosas mejores y, además, hemos perdido esa capacidad. Por eso abundan las películas distópicas, las narraciones de miedo, el gran discurso de la amenaza y deberíamos empezar a recuperar los discursos que no sean de amenaza.
14. ¿Y cómo ve la evolución de la mente humana? ¿Va a ser más resiliente y tendrá mayor capacidad de improvisación, o acabará comportándose como un robot, diseñada, para ser predictiva?
La ambición de la ciencia y de la tecnología es la segunda, de hecho una de las grandes peleas filosóficas que hay es si hay una cosa que se llama el neurodeterminismo, si la configuración neurológica de tu cerebro determina cómo eres y si la determina eres predictible, que es muy probable que sea así a la larga, pero como todos los determinismos las variables seguramente son tantas que no podamos calcularlas. Pero ese yo no sé si es tanto el problema como que esesneurodeterminismo o esa capacidad de predictibilidad de la inteligencia o de la mente humana se convierta en una herramienta de poder: de pronto que los que ocupen el poder sean capaces de predecir lo que ya hacemos, lo que decidimos, lo que creemos. Que esto ya pasa, a mi me hace mucha gracia que muchos filósofos siempre acaban hablando del libre albedrío, yo no creo en ello porque me parece muy materialista, y yo les digo: para qué queréis el libre albedrío si todos albedriáis lo mismo. Y es porque el abanico de deseos, formas o modos de desear, objetos de deseo y formas de expresión de ese deseo está súper definido ya por el mercado, por las costumbres y por donde estamos y por quiénes somos, el género… En teoría todos tenemos configuraciones para que nos gusten cosas diferentes, ahora al 95% de los hombres entre 40 y 60 tacos les gusta el fútbol el domingo a las 5 de la tarde, no hay tanta variabilidad, esas variabilidades están súper explotadas para homogeneizarnos. Lo peor es que esos mecanismos de homogeneización ( vuelvo a la no igualdad, no la igualación del todo ) nos lo cuentan como si fueran expresiones de libertad: qué libre eres que te gusta lo que a la mayoría…que consideremos eso libertad, cuando en realidad no estás siendo libre, estás obedeciendo al conjunto de estímulos que recibes desde el mercado, que además pautan el conjunto de soluciones o de respuestas posibles para solventar esos estímulos, que también están pautados, que es otra forma de digitalización. La evolución de la mente humana la veo desde el escenario terrorífico político de herramienta de control, ya imposible de escapar que sería una, hasta la definición o predefinición de los códigos genéticos y la idea de inteligencia, que también es otra forma de eliminar la inteligencia de la ecuación, hasta lo que yo creo que será la mejor de las soluciones, que empezarán a pensar que es efectivamente como piensan ya muchos filósofos, no hay una inteligencia, sino que hay muchas inteligencias. Un murciélago tiene una inteligencia diferente a la de un humano y es tan válida como la mía. Intentar romper es costumbre superhumana, como cuando están esos árboles que acaban siendo sólo un único camino, eso es una costumbre especialmente humana y especialmente masculina que es reducir el mundo a categorías binómicas hombre-mujer, sujeto-objeto, humano-máquina, blanco-racializado, migrante-residente. Tenemos que empezar a aceptar igual que hay inteligencias, hay muchos modos de habitar el planeta, que esos modos tengan sus espacios de expresión para que desarrollen sus propias inteligencias, acabar con la idea de que hay un humano. Seguramente hay o debería haber tantos humanos como humanos hay, porque cada uno es un conjunto diferente de atributos, se expresa de forma diferente y que tuviera la capacidad de explotarlos y de expresarlos hasta allá donde él quiera. Que si va a pasar, lo más fácil es decir que no. Tenemos otro problema con la digitalización, que también se ha dado en educación, tenemos la sensación de que estamos viviendo siempre en el límite del tiempo, el límite del cambio de la historia, en ese momento crucial en el que la historia va a pasar algo y no, la historia seguramente, vuelvo a los picos y los valles, la historia tiene momentos de picos pero tiene larguísimos momentos de valle en los que no pasa especialmente nada. Pues seguramente a lo mejor estamos en eso. Para que os hagáis una idea entre que Jesucristo aparece en la Tierra y muere en el cadalso y Constantino declara el fin la cristiandad como la religión del Imperio Romano pasan 300 años. Necesitamos darnos espacios y tener paciencia. Otra cosa es que las máquinas y el mecanismo de producción de la realidad del capitalismo no nos dejan tener paciencia y nos están obligando a todos a estar super atentos, que nos va a cambiar la vida. No sé si nos va a cambiar, no sé si eso es mero espectáculo y ya está. Ahora que se dice que si estamos a las puertas de un nuevo confinamiento, en el confinamiento estábamos al mínimo común posible del humano: trabajabas un poquito y consumías un poquito, no podías hacer nada más, no podías socializar; esto evidencia que estamos construyendo un mundo que es una mierda, a lo mejor no tenemos la capacidad de respuesta, pero ya con que nos empecemos a dar cuenta ya es bastante, luego ya por el camino iremos viendo si esta tesis política ayuda. Cuando empezó el liberalismo ( y no no soy liberal ) se enfrentaba a un enemigo muy complejo, mucho peor que el nuestro, que es bastante banal, en el capitalismo se resume a si no tengo para pagar la hipoteca, que es bastante fácil de resolver, con renta social básica ( de la que no soy muy partidario). Pues el liberalismo para acabar con los reyes monarcas absolutos ( que los humanos que había por debajo ni siquiera eran sus siervos, eran pseudoesclavos), para acabar con ese régimen político hubo que matar a Dios, y eso es mucho más complicado que lo que tenemos que hacer ahora que es con el dinero y la propiedad privada. Pero ahora dices que hay que acabar con el dinero y te miran seguramente como en el siglo XVII decir hay que acabar con Dios. Que no lo matamos, pero ya no tienen esa influencia política que tenían. Ya nadie piensa que Pedro Sánchez o Felipe VI es un derivado o es el Hijo de Dios, pero sin embargo se pensaba que el Rey Sol Luis XV de Francia era el Hijo de Dios, y sin embargo le cortaron la cabeza en una plaza. Y de aquellas aguas estos lodos, pero no en el mal sentido, para que vivamos en regímenes democráticos más o menos igualitarios, y ahora sí que hablo de igualdades políticas, gracias a personajes como Rousseau, Locke, Hume ( que ninguno era de izquierdas, todos conservadores ), gracias a ellos hoy matamos a aquel rey absoluto, y en Inglaterra, que le cortaron la cabeza 2 veces y volvieron a instaurar la monarquía porque decidieron que no era tan mala pero siempre que fuera una monarquía parlamentaria, el rey está sometido a la voluntad del pueblo. Aquella generación en el cambio del siglo XVII al XVIII cambió la historia frente a un enemigo salvaje mucho peor que el nuestro. Y luego vino la Ilustración. Hoy tenemos que tener paciencia porque ya saldrá quien lo haga y quien tengas esas ideas, y lo que tengo clarísimo es quién no va a tener esas ideas, y no va a ser un varón occidental hetero…va a ser una trans, o una señora de la India, de África o de Latinoamérica. No va a ser un varón, porque nosotros ya hemos acotado el mundo y lo hemos construido en esta lógica binaria en el que estás dentro o no existes, y entonces llamamos inteligencia a lo que hemos decidido que es, una cosa que hace una máquina que en realidad no es inteligencia, que como mucho juega bien al ajedrez e intercambia dinero muy rápido pero no hace mucho más. Sin embargo, esa apertura a otras sensibilidades, otras formas de habitar el mundo que vivimos, eso no va no va a partir de los hombres, porque están más preocupados en su masculinidad herida…tipo Trump. El hombre, el varón es un sujeto político muerto, lo que pasa es que vamos a vivir esa transición, y lo malo es que como todos los imperios, los imperios mueren matando, ninguno da un paso atrás diciendo «ya se me pasó el tiempo en la historia, ahora os dejo a las nuevas generaciones, que os toca». Estamos asistiendo al imperio del varón hetero occidental muriendo matando, por eso vamos a tener 20 años malos, pero a lo mejor dentro de 20 años, esos siguientes 20 años vuelven a ser gloriosos. Lo que pasa es que esa literatura todavía está por escribir o seguramente por leer, que a lo mejor está mucha ya escrita, que ya hay muchísimas teóricas trabajando desde otros puntos de vista. Y fíjate cómo será esa hegemonía masculina machista y misógina que mucha deesa literatura femenina ni siquiera se considera filosofía política, estas mujeres no tienen acceso a los departamentos de filosofía de las universidades porque no entran dentro del canon de la filosofía analítica que estableció Aristóteles hace 5 siglos: que es otro varón hetero, con una estructura de poder detrás salvaje, que vive en un régimen súper opresor, como la del griego, con esclavos que ni siquiera se consideraraban humanos, ni siquiera sujetos a derechos. Creo que estamos en un momento de inflexión, pero hay que darle tiempo a que las cosas maduren y se escuchen esas nuevas voces, que sean capaces de allanarnos el camino hacia lo siguiente, poco a poco.
15. En el documental «The Social Dilemma» se citan frases como las siguientes: “(…) los algorismes tienen mente propia, aunque tu construyas la máquina, ésta va cambiando (…) Como humanos, casi hemos perdido el control de este sistema, los algoritmos son cada vez más inteligentes”, ¿estaría de acuerdo?
Sí, dentro de esa definición excluyente de inteligencia sí, y en que hemos perdido el control sí, y además no es malo. Hasta ahora nos habíamos construido mucho como que éramos la única especie inteligente en el planeta, una vez que habíamos matado a Dios, los ángeles no existen, los extraterrestres no lo sabemos, la única especie inteligente que queda somos nosotros. Sobre esa hegemonía de la inteligencia construíamos un estatus político antológico superior, como somos inteligentes podemos disponer de la realidad y hacer lo que queramos. El hecho de que de pronto haya un cacharrito que tiene una red neuronal dentro en la que tiene un eso que llaman machine learning que no es más que un algoritmo evolucionando sobre sí mismo en base a resultados con aplicaciones super banales, pero que es un cacharrito que va tomando sus propias decisiones y que llega un momento que genera un output en el que ya no sabemos comprender porque no somos capaces de seguir los pasos. La inteligencia es una cosa que hasta ahora éramos capaces de explicar porque éramos capaces de expresar los pasos que nos habían hecho llegar a tomar esa decisión, de pronto ya no. Las máquinas, ahora ya no sé si llamarlo decisiones, pero sí emiten enunciados que nosotros no somos capaces de comprender cómo han llegado a ellos. Es la la famosa jugada 36 de la segunda partida del campeonato mundial de AlphaGo cuando de pronto la máquina pone la ficha en un sitio rarísimo que nadie entiende porqué la pone ahí y sin embargo arrasa esa partida y todo el mundo dice que esa es la mejor jugada de la historia del juego del Go. Entonces la gente dice de pronto la máquina tiene intuición, inspiración o como lo queramos llamar, y sin embargo eso que nos puede parecer amenazador también es muy bonito porque nos baja de ese podio de poder exclusivo que ocupábamos como la única entidad inteligente del planeta del universo. De pronto ahora han surgido unos cacharrines que llevan 15 años funcionando que son capaces de llegar a conclusiones, de emitir enunciados que no comprendemos cómo han llegado a ese enunciado y eso ontológicamente nos destituye de ese espacio de poder privilegiado y yo creo que todo lo que sea que te corten el césped debajo de los pies en términos de poder político es bueno porque nos iguala, de pronto ya no tenemos derecho al todo porque hay parte del todo que es tan o más inteligente que nosotros. El problema está en que también hay una tesi política y es que esas máquinas no están a tu alcance o al mío, esas máquinas responden a los intereses de unos colectivos determinados con unas necesidades de poder determinadas. Pero en términos ontológicos no es malo, en los políticos puede ser muy malo pero ontológicos no. Y ahí está mi esperanza, todo lo que sea bajarnos de ese podio que ocupábamos, sobretodo el varón, y nos destrone, es bueno.
16. Hablemos de su labor como asesor/consejero de empresarios, ¿cuestionarse lo preestablecido en las organizaciones (procesos/ jerarquías…) es necesario para mejorar y avanzar? ¿Encuentra mucha resistencia?
Sobre las resistencias como a mí me llegan voluntariamente me llegan más o menos entregados, más o menos predispuestos a escucharme, otra cosa es que me hagan caso o puedan hacérmelo, entonces no encuentro demasiadas resistencias.Otra cosa es que ellos estén embebidos en sistemas que son extremadamente poco resilientes, anquilosados o estancos. Pero ellos vienen con la predisposición de intentar entender cuáles son las causas de su malestar porque normalmente a mí me llegan porque, o bien no están del todo contentos con el rol que ocupan o creen que pueden ocupar, o llegan con una situación deficitaria, y cuando te encuentras así todo lo que te ayude a superar esa situación deficitaria siempre es bienvenido. Sobre si las organizaciones y las empresas tienen que cambiar su rol en el mundo, yo creo que no les/nos queda otra, mientras no tengamos una nueva idea de revolución, porque la que tenemos era la de la Revolución Francesa que ya no tendría mucha vigencia, mientras no tengamos esa nueva, y vuelvo a los discursos y relatos construidos por mujeres seguramente no occidentales, que seguramente ya los están trabajando pero que todavía no tienen el eco que deberían…creo que de momento hasta que no llegue ese cambio tenemos que empezar a buscar mecanismos, no sé si de mejora, pero por lo menos no de empeoramiento. Hasta ahora hemos hablado del umbral distópico de la tecnología, de la zoonosis del virus, pero no hemos hablado del gran tsunami distópico que nos viene después que es el cambio climático, y más viviendo en una isla. Hay que empezar a pensar en ello, y yo se lo digo a los CEOS con los que trabajo, la generación actual de CEOS es la generación de humanos que más poder de transformación de la realidad ha tenido en la historia, ni siquiera Alejandro Magno, ni Gengis Khan, ni Hitler han tenido la capacidad de transformación y de impacto en la vida de las personas que tiene la generación actual de SEOS. El planeta no se está calentando por un proceso geológico determinado por la física,no, se está calentando por la actividad empresarial, y la foto con la que van a pasar la historia esa generación es bastante mala. Está en sus manos mejorar eso, y está en nuestras manos el que lo mejoren. Entonces todo lo que yo puedo ayudar a que lo mejoren ellos un poquito, pues será bueno para todos, teniendo en cuenta que no es la solución definitiva. Esta es una solución de transición, es decir, el modelo tendrá que cambiar mucho para que salgamos del umbral de la extinción que es donde estamos ahora, pero de momento hasta que podamos alargar el plazo hasta la extinción definitiva, no está mal.
17. En su libro también describe las formas exuberantes de las robots femeninas diseñadas por los hombres blancos occidentales. Se recrean los estereotipos. ¿Serían posibles otros diseños? ¿Cómo?
Seguro, de hecho no creo que sea posible, sino que son necesarios, tenemos que empezar a trabajar imaginarios en los que la representación del robot no es ni siquiera antropocéntrica, a lo mejor no tiene ni siquiera tiene que ser un humano, porque los robots si tienen capacidad de autroproducción, por qué no deciden ellos su propia forma. Y también hay otra cosa, que la tecnología es inmaterial, esté embebida dentro de otra cosa. Pensamos lo que Alexa o Siri es lo que está en mi casa en mi móvil, no, eso es lo que se llama la instanciación de las posibilidades de ser de la única Alexa que hay, que es todo el sistema de Alexas. Siri no es lo que hay en un teléfono, Siri es un sistema que tiene un montón de instanciaciones, entonces seguramente necesita un cuerpo, porque lo que tiene son cuerpos distribuidos. Nosotros también tenemos una idea del cuerpo muy antropocéntrica, del pie a la coronilla, la frontera entre mí y lo que hay. Sin embargo hay muchas especies a las que esta definición de cuerpo no sería aplicable, como líquenes, virus, entidades que son multiorgánicas pero la idea de cuerpo no se aplica. Seguramente cuerpo en términos de robótica tampoco, cuando hablamos de nanotecnologías dónde empieza la máquina y dónde una máquina ensamblada a otra son la misma máquina o son dos máquinas. Esto hay un ejemplo que también puedes traducir a nosotros, lo que pasa es que nosotros estamos acostumbrados a una visión muy derivada de la cristiandad del cuerpo y la mente, pero Steven Bernard, que es un neurofilósofo canadiense, tiene un experimento mental bastante clarividente para hacer esta distinción, él habla por ejemplo de dos siamesas que comparten el mínimo suficiente para seguir siendo siamesas pero en realidad son dos personas. Si a una le duele la cabeza, ¿quién de las dos se toma la pastilla? Nosostros estamos acostumbrados, estamos súper adecuados a pensar que lo que soy es mi cuerpo, es una misma entidad y no tiene porqué, eso es un pensamiento hiper antropocéntrico.
18. En este sentido, ¿es importante incentivar las carreras STEAM desde la infancia, sobretodo en las niñas? ¿Como publicitario, qué argumentos utilizaría para generar interés por el estudio de esta carreras, y un mensaje específico para niñas?
La segunda es más complicada porque mi experiencia publicitaria es breve, pero la primera es muy fácil. Sí, el mundo se escribe en texto (la Biblia, el Corán…) y el texto que escribimos hoy se llama código. El texto no puede estar en manos de un gen hetero, necesitamos más escrituras, más visiones, más formas de escribir, más formas de expresar, y las necesitamos con urgencia. De hecho es algo que yo planteo en el libro, no sólo incentivaría que las niñas estudiaran carreras STEAM, sino que prohibiría que los niños las estudien, que los hombres nos callemos, y no una generación o dos, 3000 años, que es el tiempo que llevamos hablando los hombres, seguro que dentro de 3000 años el mundo es muy distinto. Una vez que esté prohibido que los niños las estudien, ya ellas no necesitarán publicidad, alguien tendrá que ocupar esos trabajos y serán ellas. Pero bueno fuera de esto, que no sé si va a pasar, sí que creo que que el código es una forma de expresión y necesitamos nuevas formas de expresión, además hay déficit de expresión de las mujeres en los espacios públicos. Los hombres estamos educados para ocupar espacio público cuando hablamos: si tú das una charla las preguntas son siempre de hombres, a las mujeres les cuesta más hablar en público, se penaliza mucho más el error de las mujeres hablando en público y hasta en asambleas de izquierdas en las que hay un control brutal por parte del varón frente a la expresión abierta de las mujeres. De hecho la queja de los hombres a lo que se llama los safe spaces, espacios seguros, no mixtos en los que las mujeres se puedan expresar sin injerencia masculina, a todos los hombres les parece fatal, a mí me parece fenomenal, los hombres sobramos. El otro día fui a una librería y me empezaron a recomendar libros, pero le dije que hace mucho que no leo un libro escrito por un hombre, salvo que sea un clásico de la filosofía, la narrativa masculina ya está super saturada. Entonces el código es una forma narrativa y necesitamos que entren nuevas manos, y por eso necesitamos ayudar ( no en plan paternalista ) a las mujeres para que ellas encuentren sus espacios, donde estén cómodas. Es como esas polémicas entre los gamers y el machismo, cuando una mujer se declara gamer y hace una crítica a un juego en Twitter la arrasan los tíos con comentarios machistas, todo eso no debería poder existir. Yo no sé si las mujeres necesitan eslóganes o lo que necesitan es que les quiten de en medio a esa panda de idiotas, ya ellas encontrarán si ese espacio le gusta, si les gustan las STEAM o les gusta más la física cuántica o la abogacía, que cada uno estudie lo que quiera, que para esos son seres racionales, pero que no tengan más ese estorbo del machismo. No es un tema publicitario, sino un tema político. Seguro que en 20 años la tecnología es otra.
19. Imaginamos que tratándose de un escritor serán muchos, pero, ¿nos puede recomendar algún libro en especial que lo haya inspirado en su trabajo?
Hay uno que se llama «El pensamiento heterosexual» de una autora lesbiana que se llama Monique Wittig, en realidad ni siguiera es un libro, es un ensayo, no sé si es una conferencia o un artículo largo de unas 25 páginas, que viene a contar como lo que dice el segundo Wittengstein de investigaciones filosóficas, pero como es mujer y lesbiana y lo cuenta en términos políticos nadie la escucha. Viene a decir que nuestro aparato conceptual con el que hablamos, construimos los conceptos, definimos el mundo, no sólo son juegos de lenguaje, como decía Wittgenstein, sino que ese sistema de reglas también es político. Lo entendemos como ese sistema reglado y lo obedecemos, y ese obedecerlo también es una política masculina machista y tiene razón, y ella ni siquiera es filósofa, sino escritora de novelas de amor y ficción, pero los ensayos están bien. Hay muchas mujeres durante la historia que han escrito cosas que son relevantes pero que no tienen acceso a los espacios de relevancia precisamente porque son mujeres, porque no son normalizadas o porque no son mujeres tipo Arendt, Amstrong…que en realidad son mujeres pero hablan como hombres. Cuando son mujeres que se expresan como mujeres pero no utilizan los códigos que utiliza el aparato de poder epistemológico, ya están vetadas. También me parece muy importante «Género en disputa» de Judith Butler, y no sólo por la tesis de género, sino también por lo mismo, como el lenguaje se convierte en una herramienta política. Otro es el de Carol J.Adams «La política sexual de la carne», va de feminismos y veganismos, y también tiene una tesis sobre el lenguaje, como al hablar emitimos los significantes y eso es una castración de nuestra mirada política al mundo. Y la gran campeona de esto sería Simone de Beauvoir cuando afirma que cuando un hombre dice yo, ese yo no me incluye a mí, anticipando lo que yo hablo en el libro: necesitamos nuevas formas de expresiones de yoes alternativos dispares que no sean heteronormalizados como los del 95% del planeta.
20. ¿Y una película/serie que no trate la tecnología de forma distópica?
“Satisfaction not guaranteed”, que es una historia muy bonita, en realidad es una historia de amor entre dos personajes no normalizados en la que hay una máquina del tiempo por allí flotando, y además la tecnología les sirve de nexo de unión y de vía de escape.