La semana pasada empezamos a testar la nueva versión de la suite de fotoidentificación desarrollada en FotoID2. Hemos diseñado el programa como un compendio de módulos con el propósito de facilitar futuras incorporaciones de funcionalidad en forma de complementos (plugins).
El proceso de testing se ha centrado en tres aspectos: cumplimiento de los requisitos funcionales, usabilidad y eficacia del algoritmo de identificación.
Los requisitos funcionales se definieron al inicio de los desarrollos. Las pruebas nos han permitido comprobar que en esencia nos hemos mantenido fieles a ellos, aunque hayamos hecho cambios menores para introducir mejoras o acelerar la fase de implementación descartando funcionalidades supérfluas.
Para testar la usabilidad fue necesario conocer las rutinas de análisis que aplicarán los usuarios finales del software. El programador a menudo no es consciente de qué acciones o combinaciones de ellas son las que realizará con más frecuencia el usuario. O, por poner otro ejemplo, tampoco de qué momentos son los adecuados para realizar computaciones que generen tiempos de espera. Nuestra conclusión es que el módulo de identificación hasta ahora implementado ofrece un flujo de trabajo muy conveniente para estudios en los que se trabaja con un número elevado de muestras, aparte de incorporar una serie de funcionalidades que facilitan mucho el trabajo de comparación visual de las que supuestamente pertenecen a un mismo individuo.
La eficacia del algortimo de identificación del primer módulo de análisis desarrollado (inspirado en I3S) la hemos contrastado en un caso de estudio real, utilizando más de 400 fotografías de sargantana balear, capturadas en el campo y liberadas tras la toma. Muchas de ellas aparecen en fotografías de campañas de muestreo distintas y es esta repetición la que se pretende detectar. Los resultados son equiparables a los del programa original ya que usa el mismo algoritmo de identificación (hemos reutilizado su código): muy satisfactorios.
Debemos agradecer al Grupo de Ecología de Poblaciones del IMEDEA que nos permitieran involucrarnos en su estudio de sargantana desde principio (la toma de fotografías) a fin (la fotoidentificación), lo que nos ha permitido enfrentarnos al testeo con conocimiento de causa. De cualquier forma, serán ellos los siguientes en probar la aplicación y quienes darán un veredicto final.